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Las empresas de selección usan de una técnica clásica para identificar candidatos, cuando proponen la llamada “búsqueda directa”, es decir, sin anunciar esta búsqueda en medios. Usan de “intermediarios” para llegar a más candidatos. Algunos los llaman Prescriptores de Posición (PdP) , otros Transmisores de Información (TdI), pero todas estas técnicas tienen la misma esencia, que es la misma génesis del networking. La situación es la siguiente.
Sin duda que alguna vez nos ha contactado un head hunter ( HH o cazatalentos) y nos ha propuesto una oportunidad profesional que, a priori, él/ella cree que nos podría interesar. Nuestra reacción suele ser de sorpresa si no esperamos la llamada o de alegría si responde a un CV enviado previamente por nosotros. Pero no nos deja indiferente. Ante la propuesta podemos decir que sí nos interesa, con lo cual, pasamos al circuito de entrevistas, tests psicotécnicos, etc.
Pero podemos decir que no nos interesa la propuesta, por el motivo que sea. Ante esto el cazatalentos no nos da las gracias y se despide sin más. Al cazatalentos sólo le preocupan en este momento dos cosas:
Por ello, si cree que ha identificado un candidato posible (dónde trabaja) y rechaza la propuesta. Pasa a la segunda pregunta (quién le conoce) y nos hace otra pregunta: ¿Conoces a alguien a quien le podría interesar? Es decir, nos traslada su trabajo a nosotros que si le damos un contacto, que presumimos puede estar interesado, para el HH ello tiene una fuerza extremadamente sólida y no tardará ni un minuto en contactar con la persona propuesta. ¿Por qué? Pues porque normalmente nuestras relaciones son parecidas a nosotros y puede ser interesante quedar bien ante un HH para el futuro.
Por todo ello, cuando alguien está en una situación profesional ambigua, o estancado o desea cambiar de trabajo inicia unos pasos balbuceantes y torpes de networking, haciendo uso del traslado de su problema a nosotros, que poco podemos hacer.
Guillem Recasens
Tel. 934521614