SOY FINALISTA EN MUCHAS ENTREVISTAS Y NUNCA ME ELIGEN
Son muchas las ocasiones en los procesos de transición profesional en que mientras se trabaja interiormente, es decir, se hace el perfil profesional, se trabajan los logros y se prepara el CV, no hay mucha trascendencia. Se sigue un proceso guiado que culmina cuando enviamos el CV al exterior.
Envío del CV y contacto con empresas de selección
Este envío suele ir destinado en primer lugar a las empresas de selección (o Head hunters, HH) y, en primer lugar, a aquellas que tienen webs con ofertas visibles. Evidentemente, la información de las ofertas es más bien escasa, pero al menos incluyen:
- Posición buscada.
- Sector de la empresa (rara vez dicen el nombre), y un aditivo “rimbombante” que llame la atención del lector, del estilo: en expansión, fuertemente implantada en el sector, etc.
- Funciones a realizar.
- Perfil buscado.
Importancia de la entrevista de trabajo
Hemos de tener en cuenta que la única función del CV es que nos llamen a una entrevista. Por tanto, hay que mirar las funciones y ver si encajamos en todas o la mayoría de ellas. Y posteriormente, si el perfil profesional es coincidente.
Si todo ello encaja es relativamente fácil que nos contacten para una entrevista de selección. Si hemos hecho alguna entrevista ya sabemos que hay algunas preguntas arquetípicas que hemos de responder bien necesariamente. Y otras preguntas que suelen ser de aclaración de conceptos en el CV o exposiciones nuestras que no han quedado claras.
¿Qué es importante en una entrevista de trabajo?
- Discurso claro. Evitar reservas mentales.
- Espontaneidad en las respuestas. Es decir, no pensar mucho rato la respuesta.
- Lenguaje verbal (evitar vulgaridades) y no verbal (cuantos menos aspavientos, mejor). Mirada directa a los ojos.
- Estilo pulcro, elegante y sin estridencias. Hombres traje y corbata; mujeres, mejor traje chaqueta sin mucho maquillaje.
- Saber explicar bien los cambios de trabajo previos y las causas de dejar un trabajo para elegir otro.
- El HH normalmente tiene una idea de cómo es la empresa y tratará de concretar si el candidato encajará en la empresa.
El siguiente paso: Entrevista con el cliente
Si superamos esta entrevista lo normal es que ya tengamos una entrevista con el cliente, es decir con quien podría ser nuestro jefe. Actualmente, muchas empresas ya se deciden a hacer las selecciones de entrada, pues en el departamento de RRHH suelen haber especialistas en selección.
Humildad en la entrevista finalista
En este punto lo dicho anteriormente se acentúa y en ocasiones se pierden auténticas oportunidades por querer alardear de nuestras excelencias cuando quien tenemos delante quizá nos da “diez vueltas” o no ha tenido las mismas oportunidades que nosotros y nos puede ver como un “fantasma”. Alardear de masters y postgrados y de un nivel de inglés altísimo no suele ayudar precisamente. Lo que nos destaca ya se habrá puesto en el CV.
Humildad: la mejor receta para la entrevista final
Por todo ello, en una entrevista finalista la humildad es la mejor receta. Escuchar de nuevo lo que les puede hacer falta a la empresa, que ya lo sabremos, preparar un discurso que sin mentir se acomode al entrevistador, y dejarle claro que nosotros estamos allí para ayudarle a él y a la empresa.
En Recasens & Ros el apartado de las entrevistas lo cuidamos mucho, pues supone la culminación del proceso, y no se trata de desaprovecharlo. Tenemos el listado delas 100 preguntas típicas de los procesos de selección. Las respuestas se repasan cuidadosamente y se mira lo antes visto. En ocasiones, se filman las entrevistas y posteriormente, cuando se visualizan el candidato aprende a corregir algunos aspectos en los que falla.